¿Qué pasaría en tu mundo si todas las personas fueran iguales, si no hubiera diversidad?

Solo habría un tipo de música, escucharías lo mismo que todos y no podrías descubrir nuevos cantantes, bandas o estilos de música con los que te podrías identificar. Vestirías igual que todos y llevarías el mismo corte de pelo. No podrías tener tu propio estilo ni diferenciarte. Solo habría un deporte que sería el que todo el mundo practicaría y vería en la tele.

Cuando surgieran nuevos retos para la sociedad no habría ideas originales o pensamientos diferenciados que permitieran soluciones nuevas e ingeniosas.

No existirían las bacterias, las plantas, los animales, sino que solo habría organismos con una única forma y función dado que todos los organismos tendrían el mismo ADN.

 

¿Y en la naturaleza, qué pasaría si no hubiera variación?

Al igual que en tu mundo, la naturaleza también necesita la variabilidad. Así como las variaciones en la música a veces dan lugar a nuevos estilos musicales, variaciones en el ADN a veces dan lugar a nuevos organismos.

Dentro de un grupo de organismos, los cambios que se producen en el ADN a veces hacen que estos se puedan adaptar mejor a cambios en el ambiente. Por ejemplo, los cambios en el ADN que son los responsables de los diferentes colores de la piel en los humanos hacen que estemos mejor adaptados a un ambiente  u otro.

 

¿Sabías que los primeros humanos surgieron en África y tenían la piel oscura?

Los humanos salieron de África y comenzaron a explorar otros continentes, primero Asia, después Oceanía y Europa y, finalmente, América. En estos continentes, las diferentes condiciones ambientales hicieron que sobrevivir fuera todo un reto. Por ejemplo, la cantidad de luz solar que se recibe es diferente. Si hace mucho sol, es necesario que la piel nos proteja de la radiación ultravioleta, pero se necesita un poco de luz en la piel para poder producir vitamina D, esencial para el crecimiento. Al salir de África y pasar a lugares donde no hace tanto sol, sobrevivieron mejor los individuos que tenían la piel un poco más clara debido a algún cambio genético que llevaban. Como sobrevivieron, pudieron transmitir este cambio a sus hijos, y así, a lo largo de las generaciones, el color de la piel de la población se fue aclarando.

El color de la piel varía continuamente, es decir, podríamos establecer un gradiente continuo desde pieles muy oscuras hasta pieles muy claras. La gente que vive en los trópicos tiene el color de piel más oscuro que la gente que vive en climas templados y estos últimos tienen la piel más oscura que la gente que vive en climas fríos. Ahora, los conocimientos actuales nos permiten sobrevivir independientemente del color de la piel: las personas de piel oscura que viven en lugares con poco sol pueden tomar suplementos de vitamina D, y los de piel clara que viven en lugares soleados se protegen con crema solar.

Esta road-movie te llevará por tres continentes en busca del origen de los humanos



Fuente: Luis Quevedo, director y productor. Con el apoyo de: FECYTTVE Turkana Films.