Investigadores del Instituto de Biología Evolutiva, centro mixto del CSIC y la UPF, han identificado 300 elementos móviles del ADN que contribuyen a la adaptación al ambiente, clave para la evolución de las especies. Publicado en PLOS Genetics, es el estudio más extenso hasta la fecha, con el análisis de los elementos móviles del ADN de 60 poblaciones naturales de mosca de la fruta. El trabajo arroja luz sobre los mecanismos de adaptación implicados en la respuesta al estrés, el desarrollo embrionario o el comportamiento.

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