El pasado 28 de junio en las instalaciones del PRBB, del catorce entusiastas profesores de secundaria de Castilla-La Mancha, Valencia, Andalucía, Aragón y Cataluña participaron en la jornada de actualización de conocimientos en genómica y secuenciación de última generación “Teach and Fly”, organizado por laboratorio de Genómica Evolutiva y Funcional (González Lab) del Instituto del instituto de Biología Evolutiva, CSIC-UPF (IBE) y La Ciència Al Teu Món. El curso tenía como objetivo proporcionar a estos docentes una formación en genómica y técnicas de secuenciación y edición -CRISPR- y sobre todo para alentarlos a involucrarse en el proyecto de ciencia ciudadana Melanogaster: catch the fly! Proyecto en el cual, investigadores, comunicadores, docentes, estudiantes de secundaria y comunidad trabajan mano a mano para descubrir cómo los organismos se adaptan a los diferentes ambientes, con la Drosophila melanogaster (mosca de la fruta), como organismo modelo.

El proyecto comenzó en 2016. Desde entonces, 60 estudiantes de Granada y Ciudad Real han colectado y clasificado moscas de la fruta, y las han enviado al IBE para secuenciarlas. “Esperamos que el curso Enseñar y volar nos permita extender la red de escuelas secundarias involucradas en el proyecto y, por lo tanto, los puntos de muestreo”, coordinador de Melanogaster: ¡coge la mosca! Josefa González dice.

Los estudiantes de secundaria, realizan el muestreo en frutales alejados de los núcleos urbanos, ayudándose de aspiradores entomológicos para atrapar las moscas que luego clasificaran en el laboratorio de su instituto. “El muestreo ya no es un factor limitante; gracias a su trabajo, ahora tenemos muestras de más lugares de los que tendríamos si hiciéramos el muestreo nosotros mismos “, afirma La Dra. González Investigadora Principal de González Lab (IBE). “Además, al involucrar a las escuelas y ciudadanía en nuestra investigación, damos a conocer la investigación científica de vanguardia llevada a cabo en el país”, agrega.

Las secuencias genómicas de las moscas de la fruta se comparten en una base de datos internacional. Por lo tanto, los datos obtenidos dentro de este proyecto benefician a todos los laboratorios de la red europea “European Drosophila Population Genomics Consortium” (DrosEU) y a toda la comunidad científica. Como resultado de este trabajo de colaboración, ya se han identificado seis virus que afectan a la mosca de la fruta, uno de los cuales se encontró en Ciudad Real: “El virus Tomelloso”.

El Curso “Teach and Fly!” y el proyecto de ciencia ciudadana Melanogaster: Catch The Fly!, está financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y el Consejo Europeo de Investigación (ERC).

La supervivencia en entornos cambiantes, la resistencia a los antibióticos o a la quimioterapia pueden explicarse con la adaptación, un proceso clave en la biología evolutiva, y que hasta la fecha es un proceso muy poco conocido. “Dado que España es la única región continental europea con zonas áridas, los datos que se reunen en Melanogaster:CTF, serán de gran relevancia para estudiar cómo los organismos se adaptan al cambio climático “, dice la Dra. González.